Las sesiones de fotos con niños requieren de mucha paciencia. Las planteo siempre de una manera tranquila y serena, respetando los tiempos que ellos necesitan para adaptarse, para familiarizarse conmigo y con la cámara. Muchas veces para ellos no es fácil. Por eso suelo recomendar que traigan algún juguete o muñeco con el que se sientan a gusto y que les ayude a sentirse seguros, para poco a poco ir mostrándose más naturales.
A veces cuesta, pero al final, ¡siempre lo conseguimos!